🎬Lo que no cuenta "Salvados" de trabajar en el sector del cine
Por qué el programa de Gonzo me ha dejado muy frío.
Si has decidido suscribirte, lo primero de todo es darte las gracias por usar tu tiempo para leerme. Espero que te resulten interesantes los entresijos que comparto y, ya sabes, ¡compartir es vivir!
Os escribo desde mi retiro físico y espiritual, lejos del ajetreo madrileño y cerca del mar, las montañas y, aún más importante, los sobaos pasiegos (y las tortillas de patatas de Santander, que son las mejores del norte sin duda).
Después de un proyecto que ha durado 7 meses con la más alta exigencia física y mental, ahora toca un descanso. Y cuando digo descanso en realidad quiero decir paro.
En el Salvados del domingo, Gonzo lanzaba una pregunta a Carla Simón y J.A. Bayona, las “caras del cine” que eligieron para representar a nuestro sector en una conversación con alumnos de un curso de cine: “¿Estamos ante un gremio en el que se puede vivir bien o hay precariedad laboral?”
A pesar de que comentaron ciertas verdades como que el cine es un oficio que se aprende haciéndolo o que últimamente los sueldos han subido y en el último año ha habido escasez de técnicos, se dejaron en el tintero algo que es una realidad de este sector: la temporalidad y todas sus consecuencias.
Para todo el que no lo sepa, tanto en el sector del cine como el de la TV, la gran mayoría de los contratos suelen ser por obra y servicio, es decir, duran lo que se tarde en grabar cada proyecto. Esto quiere decir que los trabajadores quedan despojados de muchas de las ventajas que te confiere un contrato indefinido (las vacaciones están prorrateadas en tu contrato, por tanto no puedes disfrutarlas). Si para cuando terminas un proyecto aún no has conseguido otro para después te vas al paro. Según lo que hayas trabajado podrás solicitar el subsidio o la prestación. Otros casos ni eso, aunque esto último se está intentando solucionar.
Esta inestabilidad laboral conlleva una incertidumbre que muchas veces se traduce en consecuencias graves en la economía personal de los trabajadores (“hola, quería pedir una hipotecJAJAJAJA”) y en su salud mental. De la dificultad de conciliar tu vida personal con la laboral ya hablamos otro día… ya lo dijo Raúl Peña en Twitter:


Anyway, no quiero dejar mal sabor de boca a la gente que quiera dedicarse a esto, porque es un trabajo precioso e ilusionante que merece la pena, pero creo que conviene conocer todas las paradas del itinerario antes de embarcarse en el viaje.
3 cosas que te van a interesar🧐
2022 fue el año en el que Madrid batió el récord de películas rodadas en la ciudad, 47 en total. El País lo cuenta en este extenso reportaje.
Echadle un ojo a este encuentro entre las 5 directoras de producción nominadas al Goya que organizó la Academia de Cine en enero. Entre otras cosas se habla de cómo se diseñó la producción de películas como Alcarràs, Modelo 77 o Cerdita, de las dificultades que entraña hacer una producción audiovisual ecosostenible y de cómo votan los académicos al mejor director de producción. ¿Cuál es el criterio? ¿Cómo se puede valorar?
Si algún día te quedas sin nada que decir sobre una película y tienes cuenta en Twitter (sabemos que ambas cosas son excluyentes) no te preocupes porque he encontrado la solución: click aquí para un comentario cinéfilo super random.
Por si acaso te lo perdiste🐦
Fui a ver Babylon al cine y aluciné. Ya sabía que me iba a gustar, porque soy un apasionado de la historia del cine (hasta Mank me pareció interesante) pero me encontré con una película visualmente apabullante y llena de pequeños guiños y relatos del antiguo Hollywood que quizá, si no has investigado un poco, no conoces, así que decidí hacer la investigación por vosotros y este fue el resultado: