🎬Rodando "Pobres criaturas" y "La zona de interés"
Un paseo detrás de las cámaras de dos de las películas más interesantes de la temporada de premios y la llegada de la inteligencia artificial al audiovisual.
A menos de un mes de que Jimmy Kimmel salga al escenario del Dolby Theatre en Los Angeles para presentar la 96º edición de los Premios Oscar seguimos con el análisis de los rodajes de las nominadas a Mejor Película. En esta ocasión nos centramos en dos de las propuestas más interesantes que nos ha dado el 2023: en primer lugar Pobres criaturas, la última película del griego loco Yorgos Lanthimos (su segunda colaboración con Emma Stone) que le da una vuelta a la historia de Frankenstein, el moderno prometeo; por último La zona de interés, una mirada particular al horror de los campos de concentración de la 2ª Guerra Mundial de la mano del siempre acertado Jonathan Glazer. Vamos a ver qué es lo que hace sus rodajes interesantes. ¿Te vienes? Bienvenido a Claqueta Final🎬.
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Que los rodajes de Yorgos Lanthimos sean tan surrealistas como sus historias es algo que no debería sorprendernos en absoluto. Este año el griego ha vuelto a la carga con Pobres criaturas, una historia al estilo del Frankenstein de Mary Shelley (pero con una mirada bastante particular) que ha conseguido 11 nominaciones a los Premios Oscar de 2024.
Lanthimos es ya una figura consolidada, lo que le permite, por un lado, tener cada vez más control creativo sobre sus películas y, por el otro, un presupuesto cada vez más elevado para llevarlas a cabo. O así debería ser ¿verdad? Pues en el caso de Pobres criaturas el equipo contaba con tan sólo 35 millones de dólares de presupuesto. Si has visto la película sabrás que esto es una locura (de poco) y ahora te cuento por qué.
Rodada en tan sólo 11 semanas, uno de los caprichos del director era tener decorados que no se hubieran visto nunca, “algo entre la fantasía, el surrealismo y la ensoñación”. La respuesta de los diseñadores de producción James Price y Shona Heath: hay que construir y hace falta mucho, MUCHO espacio. Después de buscar estudios en Londres, Irlanda del Norte, Gales o República Checa el equipo de producción terminó en uno de los paraísos de los rodajes en Europa: Budapest y su maravilloso 30% de tax rebate. Allí, en los estudios Origo y Korda construyeron todos sus decorados, usando más de 10.600 m² para los interiores y 5500 m² de decorados construidos en exterior (París, Londres e incluso un barco de vapor). Entregaban decorados de más de 1 millón de dólares cada dos semanas, como para no estar estresados. Podéis saber más sobre los decorados de la película en estos artículos de Variety y Architectural Digest.
Lo bonito de Pobres criaturas es la mezcla de técnicas que usaron todos los departamentos, desde decorados en miniatura, pantallas LED e incluso un forillo de 50x18 metros pintado a mano en el set de Lisboa.
Pero las peticiones de Lanthimos no sólo afectaron al departamento de arte: maquillaje y peluquería tenían prohibido el uso de pelucas (sólo podían usar extensiones) o maquillaje (así, en general) y el director de fotografía Robbie Ryan se las vio y se las deseó con una óptica zoom 16-110mm ya que también operaba la cámara A. Visualmente Lanthimos y su DOP querían conseguir un look surrealista, lo que les llevó a rodar con Ektachrome, un tipo de negativo que Kodak tuvo que fabricar expresamente para ellos ya que normalmente sólo existe en 16mm y lo necesitaban en 35mm. Aparte de eso buscaron entre cientos de lentes las que serían las elegidas. Entre ellas varias ópticas vintage e incluso un 4mm (quizá la lente más angular que exista). Si os interesa lo relacionado con la fotografía os recomiento echar un ojo a este artículo de IBC.
Me parece que Pobres criaturas es una seria candidata a llevarse el premio a Mejor Diseño de Producción porque, aunque algunas propuestas como Barbie también tengan un gran componente de construcción, su diseño ya estaba creado previamente, mientras que aquí el ingenio y la creatividad llegan a cotas altísimas. ¿Qué opinas tú?
Cuando Jonathan Glazer estaba preparando La zona de interés y quería explicarles a los jefes de departamento el look que quería darle a la película, la describía como “Gran Hermano en la casa Nazi”. Esto debería bastar para entender la gran diferencia que hay con la anterior película que hemos analizado.
El concepto “zona de interés” lo crearon los nazis para referirse a una zona de 40km² que rodeaban al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. Fiel a sus principios Glazer entendió que la única manera de reflejar el realismo de la historia era rodar en esa misma zona donde habían ocurrido los hechos en que se basa la película. Tras esta decisión la producción se trasladó a Polonia, pero no pudo rodar en la misma casa donde había vivido la familia protagonista debido a que hay ciertas actividades que no están permitidas en los alrededores del campo de concentración por su condición de lugar protegido por la UNESCO.
En su lugar, el equipo de localizaciones encontró una casa a una distancia prudencial que el diseñador de producción Chris Oddy y su equipo reconstruyeron casi en su totalidad para hacerla parecer nueva.
En cuanto a la fotografía, el concepto Gran Hermano se llevó hasta las últimas consecuencias. Lo cuenta el DOP Lucasz Zal (que ya filmó Ida o Cold War) en este artículo de IBC con mucho detalle. Para conseguir el mayor realismo por parte de los actores se colocaron hasta 10 cámaras Sony Venice por toda la casa (algunas escondidas) y se rodaban tomas de 10 minutos, lo que duraba la tarjeta. Mientras, tanto el director como el DOP y el ejército de foquistas que tenían estaban en un combo montado fuera de la casa.
Tal era la disciplina férrea que mantenían con su estilo realista (que implicaba nada de aparatos de luz en el set) que rodaron una secuencia nocturna con una cámara térmica. “Víctimas” de esta regla de verlo todo en todo momento eran otros departamentos como vestuario, maquillaje o decoración, que debían estar listos en todo momento.
Pero quizá el punto fuerte de la película, aunque no formara parte per se del rodaje, está en su diseño de sonido (que presumiblemente se lleve la estatuilla como ya ha conseguido en los BAFTA esta noche). Un ejercicio de inventiva terrorífico que crea todo un mundo aparte, el mundo que está al otro lado de la valla y que nunca vemos en imagen. El diseñador de sonido Johnie Burn tuvo que recrear los sonidos del holocausto.
La zona de interés ha sido una película barata (15 millones de dólares) que seguramente vaya a repercutir más alegrías a sus productores en forma de premios y festivales que de ingresos en taquilla. Echa un ojo a este making of de A24 si te has quedado con ganas de más.
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No podía ser que no hubiera compartido aún este hilo teniendo en cuenta cómo se llama mi newsletter. Sí, seguro que sabes lo que es una claqueta, pero ¿sabes exactamente para qué sirve? En este hilo intenté contar todas las funciones que tiene y cuál es el origen del invento. Click en la imagen para leer el hilo.
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